En verano, en algunos lugares de España, no nos libramos de las altas temperaturas y, estas pueden producir estragos en nuestro ciclo menstrual. El ciclo menstrual es un proceso biológico muy complejo que se ve influenciado por factores tanto internos como externos, entre ellos, el clima.

El calor puede afectar de diversas maneras al ciclo menstrual, entre ellas:

Estrés y alteraciones hormonales

El calor extremo puede causar estrés en nuestro organismo. El estrés prolongado puede producir alteraciones en el ciclo menstrual debido a que interfiere en la liberación de las hormonas reguladoras de este proceso fisiológico. Para que se inicie el ciclo menstrual, desde el hipotálamo, se deben liberar hormonas como la FSH y la LH, que van a mandar señales al ovario para indicarles que produzcan estrógenos y progesterona.

Si estas hormonas no se liberan de manera correcta, esto puede verse reflejado en el ciclo menstrual de múltiples maneras: ciclos largos, ciclos cortos, sangrados más abundantes o más escasos, ciclos donde no se produce la ovulación (anovulatorios) y otras alteraciones.

Impacto en la calidad del sueño

El sueño es un proceso activo de reparación. Necesitamos dormir una cantidad de horas suficientes y de calidad para mantenernos saludables.

El calor dificulta el sueño y la falta de sueño se traduce en estrés físico. No dormir suficiente producirá un impacto negativo en el ciclo menstrual y en nuestra salud.

Actividad física y alimentación

Con las altas temperaturas nuestros hábitos pueden cambiar. Puede ser que reduzcamos la actividad física diaria y que cambiemos nuestra alimentación de manera sustancial.

Debido al calor, solemos optar por alimentos refrescantes como frutas, verduras, ensaladas o gazpachos, los cuales podrían aportar menos calorías y mas saciedad, corriendo el riesgo de no ingerir las calorías diarias suficientes para mantener las funciones corporales. De hecho, algunas personas se vuelven inapetentes y pierden el hambre, agravando el cuadro. No consumir la energía suficiente diaria supondrá un estrés energético (o metabólico) a nuestro organismo y se podría alterar el ciclo menstrual o incluso llegar a desaparecer.

Intensificación de síntomas y deshidratación

La deshidratación es un riesgo común en climas calurosos. La deshidratación podría exacerbar los síntomas menstruales como los calambres, fatiga, hinchazón, inflamación e incluso alterar nuestro estado de ánimo. Si además, tus menstruaciones suelen ser dolorosas, el calor sofocante y la incomodidad que lo acompaña pueden hacer que tus síntomas empeoren. Mantener una buena hidratación será fundamental para que no se vea afectada la producción hormonal.

Consejos para evitar que el calor afecte a tu ciclo menstrual:

  • Hidratación: Beber suficiente agua es fundamental, parece obvio pero se nos olvida.
  • Alimentación: Asegúrate de consumir la energía suficiente para cubrir tus necesidades diarias. Elige alimentos refrescantes como frutas, verduras, o legumbres y si eres de las personas que pierde el apetito, puedes optar por opciones líquidas que son más sencillas de ingerir.
  • Evita el estrés: Puedes implementar técnicas de relajación como la meditación, yoga o las respiraciones profundas para reducir los niveles de estrés en el organismo.
  • Entorno de descanso: Intenta mantener la habitación fresca y cómoda .Esto será esencial para que puedas dormir bien y suficientes horas. Las siestas veraniegas son un clásico y pueden ser una buena opción para recuperar energía a mitad del día.
  • Evita la exposición prolongada al sol: Usa protección solar, busca lugares con sombra, ponte una gorra o sombrero y evita las horas centrales para realizar actividad física al aire libre.

El calor extremo puede tener un impacto significativo en nuestro ciclo menstrual, causando estrés, alteraciones hormonales, problemas de sueño, cambios en la actividad física y la alimentación, y agravando los síntomas menstruales. Sin embargo, con algunos ajustes en nuestra rutina diaria, es posible mitigar estos efectos y mantener un ciclo menstrual saludable.

Recuerda que cada cuerpo es único y puede responder de manera diferente a las altas temperaturas. Si notas cambios significativos en tu ciclo menstrual o experimentas síntomas que te preocupan, es fundamental que busques la orientación de un profesional.

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