La perimenopausia es la fase de transición previa a la menopausia, un periodo que puede durar entre 4 y 10 años. Si tienes más de 40 años, es posible que ya hayas empezado a notar ciertos cambios, como alteraciones en el ciclo menstrual, variaciones en el estado de ánimo o incluso sofocos, todos ellos causados por las fluctuaciones hormonales propias de esta etapa.
¿No estás segura si estás en perimenopausia? En el artículo «¿Estoy en perimenopausia?» te explico cómo averiguarlo.  Hoy, sin embargo, quiero hablarte de algunos cambios frecuentes que podrías estar experimentando y no hayas asociado a esta etapa.

Aumento del olor corporal

Durante la perimenopausia, los cambios hormonales, especialmente el aumento de los andrógenos, pueden afectar la función de las glándulas sudoríparas y la producción de sebo en la piel. Las glándulas apocrinas, ubicadas en zonas como las axilas y las ingles, pueden incrementar su actividad y producir un sudor más denso y rico en lípidos. Al ser descompuesto por las bacterias presentes en la piel, este sudor puede generar un olor corporal más intenso.
Además, los cambios hormonales pueden aumentar la producción de sebo (el aceite natural de la piel) en las glándulas sebáceas. El exceso de sebo puede combinarse con las bacterias, empeorando el olor corporal y, en algunos casos, provocando problemas cutáneos como el acné.

Consejos:

  • Higiene adecuada: Dúchate regularmente, especialmente después de sudar, y usa productos que respeten la microbiota natural de tu piel.
  • Desodorantes o antitranspirantes: Estos productos te ayudarán a reducir el olor corporal y controlar la producción de sudor.
  • Ropa adecuada: Opta por prendas de fibras naturales como el algodón, que permiten que la piel respire y evitan la acumulación de humedad.

Acumulo de grasa abdominal (grasa visceral)

Acumular grasa a nivel abdominal se debe en gran medida a los cambios hormonales que influyen en cómo y dónde se distribuye la grasa corporal.

Conforme los niveles de estrógeno disminuyen, nuestro cuerpo tiende a almacenar la grasa en el abdomen en lugar de en muslos y caderas.

Esta grasa que se acumula en el área central es principalmente grasa visceral, la que rodea los órganos internos. Aunque es completamente normal en esta etapa de la vida, el exceso de grasa visceral se asocia con un mayor riesgo de problemas metabólicos, como resistencia a la insulina y enfermedades cardiovasculares. Pero la buena noticia es que existen formas de mantener una buena salud metabólica durante esta etapa sin importar la forma de nuestro cuerpo.

Consejos:

  • Ejercicio físico regular: El ejercicio aeróbico (como caminar, nadar o andar en bicicleta) y el entrenamiento de fuerza ayudan a mantener la masa muscular y evitar el acumulo de grasa visceral.
  • Alimentación: Es recomendable consumir alimentos ricos en fibra (frutas, verduras, granos enteros), carbohidratos complejos y proteínas magras (pescado, pollo, legumbres), así como evitar alimentos de baja calidad nutricional como refrescos, azúcares, bollería industrial, etc.
  • Gestión del estrés: Incorporar prácticas como la meditación, el yoga o la respiración profunda puede ayudar a reducir los niveles de cortisol , una hormona que puede favorecer la acumulación de grasa abdominal.
  • Descanso adecuado: Dormir suficiente es esencial para regular las hormonas que controlan el hambre y el metabolismo. Un sueño de calidad puede prevenir el aumento de grasa visceral relacionada con el estrés y los cambios hormonales.

Niebla mental

La niebla mental se caracteriza por dificultad para concentrarse, pérdida de memoria a corto plazo y sensación general de «confusión» o falta de claridad mental. Aunque puede ser frustrante, es importante saber que este fenómeno suele ser temporal y está directamente relacionado con los cambios hormonales que atraviesa nuestro cuerpo en esta fase.

Durante la perimenopausia, los niveles de estrógeno y progesterona fluctúan de manera significativa. El estrógeno juega un papel fundamental en el funcionamiento del cerebro, ya que afecta a la transmisión de señales nerviosas, la plasticidad neuronal (capacidad del cerebro para adaptarse y aprender) y la regulación de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que influyen en el estado de ánimo y la cognición. A medida que estos niveles hormonales cambian, es normal que se vea afectada la claridad mental y la memoria.

Consejos:

  • Entrenar el cerebro: Así como el ejercicio físico es fundamental para el cuerpo, el ejercicio mental es clave para mantener la mente ágil. Actividades como leer, juegos de lógica, rompecabezas.
  • Aprende algo nuevo: Ya sea un nuevo idioma, una manualidad o un curso en línea, mantener la mente en constante aprendizaje ayuda a mejorar la memoria y la capacidad de concentración.
  • Mindfulness y meditación: Estas prácticas no solo ayudan a reducir el estrés, sino que también pueden mejorar la claridad mental, ya que entrenan la mente para enfocarse en el momento presente.

Vello facial

Durante la perimenopausia, es común que algunas mujeres noten la aparición de vello facial en zonas como el mentón, la barbilla o el labio superior, donde antes no era habitual. Este fenómeno está estrechamente relacionado con los cambios hormonales que ocurren en esta etapa de la vida.

Los andrógenos, como la testosterona, pueden estimular los folículos pilosos, especialmente en zonas sensibles como la cara, provocando la aparición de vello facial más grueso y visible.

Existen numerosas opciones para manejar este crecimiento de manera estética, permitiendo que cada mujer elija el enfoque que mejor se adapte a sus preferencias y necesidades.

La perimenopausia es transitoria

La perimenopausia es una fase natural y transitoria en la vida de las mujeres y merece ser comprendida y aceptada sin estigmas. No buscamos tener 20 años para siempre ni tampoco lo necesitamos. Debemos visibilizar esta etapa como una transformación, no como una pérdida.

Es injusto que, como mujeres, se nos «penalice» por envejecer, cuando en realidad cada fase de nuestra vida trae consigo nuevos aprendizajes y fortalezas. Nuestra valía no depende de una imagen de juventud perpetua; es hora de liberarnos de esa presión.

Si sientes que necesitas acompañamiento para mejorar tu salud durante esta etapa de la vida, nuestro equipo de nutricionistas y médicas especializadas estarán encantadas de ayudarte. Juntas podemos crear un plan personalizado que te permita cuidar tu salud física y emocional.

 

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