La perimenopausia es una etapa de la vida que está marcada por fuertes cambios hormonales, físicos y emocionales. Es un periodo de transición que puede durar entre 4 y 10 años antes de la menopausia, en el cual los niveles de estrógenos y progesterona fluctúan de manera significativa, afectando múltiples aspectos de la salud.
Sin embargo, lo que muchas mujeres no saben es que estos cambios también pueden aumentar el riesgo de desarrollar Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) o agravar aquellos que ya existían previamente.
¿Qué son los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)?
Los TCA son trastornos psicológicos que afectan la relación de una persona con la comida, el cuerpo y el peso. Entre los más comunes están el trastorno por atracón, la bulimia y la anorexia nerviosa. Aunque suelen asociarse con adolescentes y jóvenes, estos trastornos también pueden aparecer en la mediana edad, especialmente en momentos de transición como la perimenopausia.
¿Por qué puede aumentar el riesgo de desarrollar un TCA en la perimenopausia?
La perimenopausia no solo trae consigo cambios físicos, sino que también ocurre en un contexto social que puede empeorar la insatisfacción corporal y el malestar emocional debido a diversas razones:
1. Cambios hormonales
Durante la perimenopausia, los niveles de estrógenos y progesterona fluctúan de forma impredecible, lo que puede afectar a otras hormonas reguladoras del hambre y la saciedad, como la leptina y la grelina. Estas alteraciones hormonales pueden provocar episodios de hambre descontrolada o, por el contrario, una pérdida total de apetito, lo que complica la relación con la comida.
2. Cambios en la composición corporal
Es frecuente que en esta etapa se produzcan cambios en la composición corporal. Los más frecuentes son el aumento de grasa en la zona abdominal y la pérdida de masa muscular que harán que nuestro cuerpo lo sintamos “diferente”. Algunas mujeres afirman estar viviendo en “un cuerpo que no es el suyo”. Estos cambios pueden producir insatisfacción corporal, sobre todo en una sociedad que promueve estándares de belleza poco realistas. Muchas mujeres sienten la presión de «mantenerse jóvenes» o «recuperar su figura», lo que puede derivar en conductas alimentarias desordenadas.
3. Factores psicológicos
La perimenopausia también está marcada por un aumento de ansiedad, depresión, insomnio y cambios emocionales. Estas condiciones pueden intensificar la sensación de pérdida de control, algo que muchas mujeres intentan gestionar a través de la comida, ya sea mediante atracones, restricciones severas o comportamientos compensatorios como el ejercicio excesivo.
4. Contexto social
Vivimos en un entorno donde se valora la juventud y donde el envejecimiento es visto como algo negativo. Esta presión social puede aumentar la insatisfacción corporal en una etapa donde el cuerpo atraviesa cambios inevitables. Además, las expectativas culturales de «hacerlo todo bien» (trabajo, familia, autocuidado) pueden generar un estrés adicional que impacta en la relación con la comida.
Señales de alerta
Reconocer las señales tempranas de un TCA es fundamental para poder intervenir a tiempo. Algunas conductas que pueden indicar la presencia de un trastorno incluyen:
- Preocupación excesiva por el peso o la forma del cuerpo.
- Cambios drásticos en los hábitos alimenticios, como saltarse comidas o tener episodios de atracones.
- Evitar comidas en público por temor a “saltarse la dieta” o por miedo a no sentirse juzgada.
- Uso excesivo de laxantes, diuréticos o suplementos para perder peso.
- Ejercicio compulsivo o extremo, incluso cuando se está cansada o incluso lesionado.
- Ansiedad o culpa relacionadas con la comida.
Cómo abordar los TCA en la perimenopausia
El tratamiento de los TCA en la perimenopausia requiere un enfoque integral y un apoyo multidisciplinar que tenga en cuenta tanto los factores fisiológicos como los psicológicos y sociales.
Trabajar con un equipo de especialistas es fundamental, formado por nutricionistas especializados en perimenopausia y TCA que puedan diseñar un plan de alimentación adaptado a esta etapa y tenga en cuenta sus particularidades.
Psicólogos o psicoterapeutas, para abordar la relación emocional con la comida y con el propio cuerpo.
Educación alimentaria: Promover una alimentación intuitiva y consciente puede ser una herramienta muy interesante para mejorar la relación con la comida. Esto incluye escuchar las señales del cuerpo, respetar el hambre y la saciedad, y eliminar la mentalidad de dieta restrictiva.
Manejo del estrés: Incorporar prácticas como mindfulness, yoga o técnicas de respiración puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la conexión mente-cuerpo, lo que es importante para afrontar los cambios de esta etapa.
Aceptar los cambios naturales: La perimenopausia es una etapa de transformación, no una pérdida. Aprender a aceptar el cuerpo en su evolución, en lugar de luchar contra él, será clave pasar por esta etapa con una actitud positiva y evitando el sufrimiento.
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria en la perimenopausia son un tema complejo, pero real.
Si sientes que necesitas apoyo o tienes dudas sobre cómo enfrentar esta etapa de la vida, no dudes en ponerte en contacto con nosotras.
Bibliografia:
- Vincent, C., Bodnaruc, A. M., Prud’homme, D., Guenette, J., & Giroux, I. (). Disordered eating behaviours during the menopausal transition: a systematic review. Applied physiology, nutrition, and metabolism = Physiologie appliquee, nutrition et metabolisme, 49(10), 1286–1308.